viernes, 30 de noviembre de 2007

PROCESO - Lectura general y nivel profundo de lectura detenida



A continuación incluyo los textos que habéis de leer. La primera lectura ha de hacerse de forma somera, para estructurar bien los contenidos. En una segunda lectura debéis comprender bien las corrientes de pensamiento y sintetizar sus rasgos diferenciadores, así como sus teorías más relevantes.


"La concepción de comprender el orden mundial a través de la regularidad matemática, cuyo mismo orden condiciona la música, podemos encontrarla por primera vez en el pensamiento de Pitágoras. Se suele definir como noética, que es de este modo la filosofía más temprana de la música. La idea del mundo, o la concepción del mundo, tal y como los pitagóricos la han pensado, tiene en su esencia el acontecimiento fundamental de una dualidad antinómica. No existen testimonios directos de este pensamiento, sino sólo a través de Aristóteles tenemos documentos de segunda mano. El orden en el mundo está, según la concepción dualista, - y todas las cosas dentro del mundo - formado por parejas de contradicciones, para describir el universo, o como principio del universo.
(2) "Donde ellos [los pitagóricos] podían encontrar algo en los números y armonías, algo que dependía y correspondía con las formas de la apariencia y las partes y estructura del mundo, en estas situaciones lo intentaban unir y ponerlo junto; donde había un hueco, una laguna en el sistema, ellos intentaban rellenarlo y pusieron unidad rigurosa en toda su teoría. [...]
Pero ¿por qué los números son causas? Hay siete vocales, siete cuerdas tiene la lira, siete acordes; las Pléyades son siete; en los siete primeros años pierden los animales, salvo excepciones, los primeros dientes; los jefes que mandaban delante de Tebas eran siete. ¿Es porque el número siete es siete al haber sido siete los jefes, y que la Pléyade se compone de siete estrellas, o sería, respecto a los jefes la causa del número de las puertas de Tebas, o por otra razón? Este es el número de estrellas que atribuimos a la Pléyade; pero sólo contamos doce en la Osa, mientras que algunos distinguen más"
(ARISTOTELES: op. cit., pág. 49 y ss. y pág. 371)


"—En este punto —dije—, Damón nos ayudará a decidir cuáles son los metros que sirven para expresar vileza, desmesura, demencia u otros defectos semejantes y qué ritmos deberán quedar reservados a las cualidades opuestas. Porque recuerdo vagamente haberle oído hablar de un metro compuesto al que llamaba enoplio y de un dáctilo y un heroico que arreglaba no sé cómo, igualando la sílaba de arriba y la de abajo y haciéndolo terminar ya en breve, ya en larga; también citaba, si no me equivoco, un yambo y otro que llamaba troqueo, a cada uno de los cuales atribuía cantidades largas o breves. Con respecto a algunos de ellos creo que censuraba o elogiaba la vivacidad del pie no menos que el ritmo en sí. O tal vez se tratase de la combinación de uno y otro; no recuerdo bien. En fin, todo esto, como decía, quede reservado a Damón, pues el discutirlo nos llevaría no poco tiempo. ¿O acaso piensas de otro modo?"
(PLATÓN, op. cit., pág. 177 y ss.)



"A la pregunta de lo que ha de expresar con ese material de sonidos, cabe responder: ideas musicales. Una idea musical completamente realizada es de por sí ya algo independientemente bello, es finalidad propia y de ningún modo nada más que medio o material para representar sentimientos o pensamientos.
El contenido de la música son formas sonoras en movimiento..."
(HANSLICK, E.: De lo bello en la música, Buenos Aires, Ricordi, 1947, pág 48)


"El concepto de la 'forma' halla en la música una realización muy peculiar. Las formas constituidas con sonidos no son vacías, sino llenas, no son mera delimitación lineal de un vacío, sino espíritu que se crea desde adentro. Frente al arabesco, la música es, pues, en verdad, un cuadro, pero un cuadro cuyo tema no podemos expresar con palabras ni someter a nuestros conceptos. La música tiene sentido y lógica, pero musicales, es un idioma que hablamos y entendemos, pero no somos capaces de traducir. Es por un reconocimiento profundo que, también refiriéndose a obras musicales, se habla de 'ideas', y el juicio experto distingue aquí lo mismo que en el hablar, fácilmente, entre pensamientos verdaderos y meras maneras de hablar. del mismo modo reconocemos lo razonablemente concluido de un grupo de sonidos, llamándolo una 'frase'. Es que sentimos lo mismo que en cualquier período lógico, donde termina su sentido, a pesar de que la verdad de ambos se mantiene inconmensurable."
(Hanslick, op. cit., pág. 50)



"Lo que pertenece a la música como esencia/ sentido/ idea social y qué posición/importancia y función la música tiene en la sociedad, no es lo mismo. Ambos aspectos no hace falta que estén en relación armónica, e incluso hoy en día son evidentemente opuestos."
(ADORNO, TH.W.: Klangfiguren. Musikalische Schriften I, Frankfurt, 1959, pág. 10)



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